miércoles, 16 de marzo de 2011

La xenofobia  es el odio y rechazo al extranjero, con manifestaciones que van desde el rechazo más o menos manifiesto, el desprecio y las amenazas, hasta las agresiones y asesinatos. Una de las formas más comunes de xenofobia es la que se ejerce en función de la raza, esto es, el racismo. La «Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial» (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1965) define la discriminación racial o xenofobia como:
Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública.
Artículo 1º de CERD
En los países occidentales, tradicionalmente han sido, y son, las formaciones de ultraderecha las que alimentan y promueven el sentimiento de xenofobia, existiendo en la actualidad una creciente preocupación por el rebrote de estas formaciones y de estas actitudes.
La creciente aparición de actitudes racistas, en Europa y en otros lugares del mundo, es en estos momentos un hecho penoso y grave. Probablemente, nunca dejó de existir una minoría xenófoba, pero lo que está ocurriendo de un tiempo a esta parte es que esa minoría crece, abandona el secreto vergonzante, se manifiesta públicamente, protagoniza actos violentos e, incluso, justifica su peculiar visión del mundo en el marco legal de partidos políticos.

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